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¿Qué propuso Peña Nieto contra la corrupción cuando fue candidato?

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El de Enrique Peña Nieto es quizá el sexenio más investigado sobre casos de corrupción en la historia de México. Según diversas aportaciones realizadas por medios periodísticos independientes, la administración del presidente de México ha estado ligada a casos de corrupción en la mayoría de los institutos a cargo del gobierno federal.

Cuando terminaba su periodo como gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto fue anunciado como el candidato priísta para competir por la presidencia en 2012. Ya ratificado como candidato oficial, el mexiquense se apoyó de un enorme plan de anticorrupción a desarrollar en caso de ganar. ¿Qué promesas o estrategias había en este plan?

En principio, Peña prometía acabar con la corrupción dentro de las instituciones derivado del gobierno que dejó el panista Felipe Calderón. También prometía acabar con este mal nacional creando una comisión nacional Anticorrupción, asegurando que su gobierno tendría una labor intensa en contra de los corruptos y los narcotraficantes. “Que quede claro: no habrá ni pacto ni tregua”, llegó a comentar.

La principal promesa de campaña de Peña era la de solidificar a su partido “en un cambio de rumbo” económico que solamente el PRI era capaz de generar después de doce años de panismo fracturado por la violencia y la inseguridad. Básicamente la creación de una comisión especializada en investigación y castigo a corruptos bastaba para terminar con esta práctica que se había “anidado en distintas esferas del ejercicio público”, dijo en su momento. Minimizando el impacto de la corrupción en México.

Al ganar la presidencia, apuró la creación de la comisión anticorrupción. El 12 de noviembre del 2012 presentó las reformas constitucionales para permitir un “gobierno con mayor eficacia para combatir las conductas de corrupción dentro del gobierno federal (de Felipe Calderón). Proponía, aseguró, un sistema para la rendición de cuentas que podría actuar “de oficio, por denuncias o acusaciones ciudadanas” para perseguir a los funcionarios corruptos.

Fue hasta 2015 que se creó el Sistema Nacional Anticorrupción, luego de que se diera a conocer que Enrique Peña Nieto tenía una propiedad millonaria encargada a uno de los principales contratistas de su gobierno. También justo después del escándalo en donde Luis Videgaray había adquirido una constructora propiedad de un contratista del gobierno federal. Lo que fuera un elemento principal de los compromisos de campaña que Peña firmó al inicio de su mandato también fue el tema del que más se le acusa durante su gobierno.

Mientras empezaba a operar este sistema anticorrupción, a mitad de su sexenio, los gobernadores César y Javier Duarte terminaban sus mandatos bajo fuertes acusaciones de peculado, desvío de recursos, tráfico de influencia y nexos con el narcotráfico. A Peña esa principal promesa le jugaría en contra, sentenciando a su gobierno a ser reconocidos como uno de las más investigados por casos de corrupción agravada. Incluso personajes cercanos a su gobierno (Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa) están bajo la lupa de fiscalías estatales en casos relacionados con asociación delictiva.

Ahora, el candidato del PRI para gobernar el país del 2018 al 2022 ha presentado también una iniciativa que promete terminar con la corrupción que generó Enrique Peña Nieto durante su gobierno. Antonio Meade presentó, entre aplausos de los priístas, una iniciativa que promete ir tras los millones que “debieron de haber sido utilizados para apoyar a quien más lo necesita y que terminaron en manos de la corrupción”.

Básicamente se trata de dar autonomía a las fiscalías estatales y de capturar a los criminales, pero también confiscar sus propiedades. Asegurando que habrá “cárcel con pena máxima ampliada para los corruptos”, además de la creación de una instancia que certifique declaraciones patrimoniales de funcionarios de su gobierno.

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