En El Universal no se publican temas incómodos que disgusten al dueño: Diego Fonseca | BREAKING

En El Universal no se publican temas incómodos que disgusten al dueño: Diego Fonseca

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El Universal, uno de los periódicos más consultados por la sociedad mexicana, continúa negando tajantemente que el gobierno de Enrique Peña Nieto pueda dar órdenes dentro de sus redacciones. Si bien un artículo del New York Times reveló que este medio recibió en tan solo un año 10 millones de dólares por parte del gobierno federal, el diario mexicano se mantiene a la defensiva.

Derivado de esta publicación del periodista Azam Ahmed, la comunidad mexicana se ha dividido. Hay quienes insisten en que el gobierno controla los medios desde hace décadas y que lo revelado por el diario estadounidense no es nada nuevo. También están las voces en contra que argumentan que el Times miente y presenta una investigación a medias.

Entre las personas que han salido a defender la investigación del Times se encuentra el periodista y narrador argentino Diego Fonseca. En un hilo de tweet en su cuenta personal, el editor galardonado con sede en Estados Unidos cuenta cómo vivió la censura por parte de El Universal mientras trabajaba como asesor para varios editores del diario mexicano.

“Cuando les decía por qué no encaraban tal o cual tema desde tal ángulo —uno que era descreído de la versión oficial de las cosas— mascullaban algo. En privado, varios me contaron sus dramas”, comenta.

Fonseca afirma que dentro de los trabajos de investigación que varios editores tenían a su cargo, algunos de ellos posiblemente serían rechazados por parte del dueño de El Universal. Es decir, había temas que no debían tocarse, expresa el periodista argentino. “Era evidente que no podrían publicar ciertos temas si el ángulo no encajaba con la visión del dueño”.

A pesar de que El Universal niega que su línea editorial esté comprometida con los intereses presidenciales, un ejemplo claro resalta, apoyando las declaraciones de Fonseca. Se trata de la investigación premiada ‘Fueron los federales’, de la experiodista de El Universal, Laura Castellanos. En este caso, un tema que fue ordenado por el propio medio resultó en una trama de impunidad que incomodó a la presidencia y, por lo tanto, no se permitió publicarla en el diario.

Fonseca concuerda en que este es un gran ejemplo de cómo opera la censura presidencial en los contenidos de este diario mexicano. Si bien se mencionan otros periódicos en la investigación del Times, Azam se enfoca totalmente en El Universal para exponer los niveles de censura alcanzados, gracias a millones de dólares invertidos en publicidad oficial.

El periodista argentino también resalta un caso en el cuál se le recomendó no publicar en sus redes sociales opiniones que podrían incomodar al régimen. Si bien Fonseca no trabajaba para El Universal, se le advirtió que de continuar publicando contenido poco afín a los intereses del gobierno mexicano bien podrían no renovarle contratos para capacitar a editores del diario. Y sucedió: al no cesar de publicar libremente, a Fonseca se le cancelaron los contratos con El Universal.

“La discrecionalidad publicitaria es un arma de coerción y hay medios que presionan a los gobiernos publicando temas más o menos duros para llevarlos a una mesa de dinero”, señala. “Hay comidilla entre los reporteros, pero muchos dependen de su trabajo para sostener a sus familias, y se ven en la incómoda situación de optar por el silencio agónico”.

Fonseca concluye señalando una parte importante en la investigación de Azam Ahmed. Lo importante del trabajo publicado en primera plana en el Times es “la distancia”. Ni el reportero ni el medio tienen alguna obligación con el gobierno mexicano, y por lo tanto pueden hablar libremente sobre esta influencia editorial tan dañina.

Por lo tanto señala que los editores mexicanos molestos con la publicación no deberían “atacar al mensajero”. Al contrario, propone que se unan para mejorar las condiciones del periodismo mexicano. Y es que en recientes publicaciones, los trabajadores de El Universal concuerdan en que el Times se está involucrando en las elecciones presidenciales al publicar esta nota en este mes.