Odebrecht, el hombre que sobornó a todo un continente, sale de prisión | BREAKING

Odebrecht, el hombre que sobornó a todo un continente, sale de prisión

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El líder de una de las tramas de corrupción más grandes de latinoamérica acaba de salir de prisión. Marcelo Odebrecht, dueño de la empresa brasileña que ha sobornado a prácticamente todo político que lo permitiera en el continente, está ahora enfrentando su condena en su mansión.

Se habilitó una orden para que Marcelo cumpliera con prisión domiciliaria y, ese mismo día, el expresidente de Odebrecht se sentó en una camioneta y tomó camino directo a una de sus tantas propiedades. Detrás de ese trayecto, se encuentran varios políticos importante del continente americano que están siendo investigados, detenidos y enjuiciados por haber aceptado sobornos millonarios de la constructora.

Dentro del catálogo de personajes con los que Marcelo tuvo contacto se encuentran Lula Da Silva, expresidente de Brasil; Enrique Peña Nieto, actual presidente de México; Pedro Pablo Kuczynski, actual presidente peruano; el fallecido Hugo Chávez, entre muchos otros. Varias declaraciones de Marcelo Odebrecht le han premiado para continuar su proceso desde casa.

El hombre delgado, de orejas enormes y lentes discretos debería haber enfrentado al menos 19 años en la prisión carioca. Por el contrario, y según las declaraciones del gobierno brasileño, su cooperación para condenar a varios políticos poderosos de América Latina le han valido este privilegio. Es por esto que los brasileños están molestos, lo que fuera el gran tema de corrupción latinoamericana apenas mantuvo dos años y medio a su principal operador en prisión.

Sobre este empresario, hijo del magnate Emilio Odebrecht, colgaban acusaciones por delitos de corrupción activa, blanqueo de dinero y asociación criminal. Mientras que la fiscalía brasileña sumaba evidencias en contra de Marcelo, su padre le aconsejó colaborar de lleno con la investigación a fin de abandonar la prisión lo antes posible. Tras negarse, Marcelo decidió colaborar después de saber que podría pasar casi 20 años encerrado.

Ahora, Marcelo estará cumpliendo su condena en una prisión muy distinta. Se trata de una mansión de 3 mil metros cuadrados, ubicada en Sao Paulo y que pertenece a la familia Odebrecht. Ahí mismo habitan sus hijas y su esposa, por lo que la suerte le ha cambiado al hombre que sobornó a todo un continente.

Varios de los aportes y las declaraciones de Marcelo han sido piezas claves para perseguir a la expresidente carioca Dilma Rousseff, el actual presidente Michel Temer y el exmandatario Lula Da Silva. Muchos políticos brasileños aseguran que todo se trata de una estrategia de los grupos conservadores en Brasil para terminar con el apoyo popular y las preferencias electorales de estos líderes de izquierda. Hace poco, Da Silva fue sentenciado a nueve años en prisión por los escándalos de Odebrecht.

Marcelo Odebrecht es el ejemplo perfecto de cómo un empresario puede determinar el rumbo de la política en todo un continente. Sus sobornos millonarios ayudaron a que el presidente mexicano Enrique Peña llegara al poder en el 2012 y permitieron también que el chavismo continuara el Venezuela hasta estos momentos. No se sabe aún la cifra exacta de dinero que Odebrecht inyectó a gobiernos latinoamericanos, pero las estimaciones alcanzan los 800 millones de dólares, hasta donde se sabe.