Acteal, 20 años sin perdón ni olvido | BREAKING

Acteal, 20 años sin perdón ni olvido

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A la hora que empezó la balacera, yo estaba con mi mamá. Mi papá nos puso en una lomita, creyendo que como pacifistas no nos iban a matar porque estábamos desarmados. Creímos que el enfrentamiento se iba a dar entre zapatistas y priístas. Nos ubicamos en un lugar donde creímos que por encima pasarían las balas, pero me di cuenta de que estaba a unos 10 o 15 metros de nosotros un paramilitar apuntándonos”, cuenta Guadalupe Vázquez Luna, sobreviviente de la masacre en el municipio de Chenalhó, Acteal, ubicado en la región de Los Altos de Chiapas al sureste de México, ocurrida el 22 de diciembre de 1997.

En entrevista para el periódico La Jornada, Vázquez explica que hace 20 años salvó la vida de milagro, cuando tras la balacera que duró más de una hora, su padre, madre, cinco hermanas y otros familiares perdieron la vida.

Yo tenía 10 años cuando sucedió la masacre”, asegura la ahora promotora de los derechos indígenas. Hoy, con 30 años de edad y siendo integrante del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), Guadalup expresa: “no podemos perdonar porque es algo muy fuerte, muy terrible. Para muchos de nosotros, eso significaría olvidar y nosotros no queremos olvidar. Si perdono, olvido y eso no podemos”.

El testimonio es uno más de los que cuentan los sobrevivientes, muchos de los cuales dieron cabida a sus relatos en el libro «Acteal: Resistencia, Verdad y Memoria, estudio psicosocial de los antecedentes, factores asociados al hecho y manejo de la emergencia, consecuencias sicosociales e impacto colectivo».

Antes de que le dispararan levanté la cabeza y vi al paramilitar, entonces, se acercó mi papá y me pregunto que qué había pasado. Inconscientemente le dije que mi mamá estaba muerta. Mis hermana se levantaron llorando todas” relata Vázquez.

Mi papá me pidió que me fuera de ahí y cuando vio que no me movía de ahí, me gritó. Durante el tiempo que estuve de pie no dispararon, hasta que salí de ahí, como a dos metros iba cuando empezaron a dispararles a todas las personas. Así fue como logre escapar” señala Lupita, como le llaman los miembros de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas.

Vázquez menciona que a 20 años de la masacre, los sobrevivientes y deudos se siguen su resistencia, pero con dignidad, a pesar de sentir gran impotencia por conocer la realidad de cómo sucedieron las cosas, pero ser desmentidos por las autoridades.

Cabe destacar que por la masacre en la cual murieron 45 personas, 18 de ellas menores de edad, se responsabilizaron a 87 personas; sin embargo, tanto organizaciones civiles como los sobrevivientes señalan que desde 2009, 82 acusados han sido liberados paulatinamente, siendo en 2012 cuando la Suprema Corte de Justicia ordenó exonerar a los últimos siete.

De esta forma, solamente cinco de los acusados formales continúan en prisión, pese a que los deudos y sobrevivientes impusieron en 2005 una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para castigar a los responsables, que de acuerdo con su versión, actuaron con consentimiento del gobierno.


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