El gobierno gastó millones de pesos en pruebas caducadas para detectar diabetes | BREAKING

El gobierno gastó millones de pesos en pruebas caducadas para detectar diabetes

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México tiene severos índices de corrupción y también números rojos en cuestión de obesidad y diabetes. Ahora, estos polémicos temas se han unido para generar un nuevo escándalo en el sistema de salud mexicano. El gobierno de la Ciudad de México ha “perdido” cerca de 105 mil pruebas para medir el nivel de azúcar en pacientes.

Esto lo dio a conocer el día de hoy la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que continúa realizando investigaciones sobre mal uso de recursos en dependencias oficiales del país. Según la auditoría, el monto de estas pérdidas asciende a 32 millones de pesos.

Durante el sexenio de Enrique Peña se ha invertido fuertemente en campañas de salud para prevenir la diabetes y la obesidad en México. Y es que de los 665 mil fallecimientos ocurridos en estos últimos tres años en el país, cerca de 99 mil se dieron por padecimiento relacionados con diabetes mellitus, principal causa de muerte en México, hasta el momento.

Las cifras relacionadas con el sobrepeso son bastante similares: un 70% de los mexicanos padece obesidad, “es una de las principales causas de diabetes y otras enfermedades mortales”, señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Para afrontar estas crisis de obesidad y diabetes, las instituciones de salud extravían o compra pruebas caducas.

Datos de la ASF señalan que un organismo derivado de la secretaría de Salud, el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), incurrió en daños al erario público con la compra de 30 millones de pesos en pruebas caducas para medir la glucosa. Esto incluye también un dote de pruebas para detectar insuficiencia renal.

Todo esto derivó de un descuido al no prever que estarían almacenadas en bodegas de varias dependencias del sector salud y caducarían al poco tiempo. Se dio a conocer que esto sucedió en Guanajuato, donde uno de los programas sociales involucrados es el Seguro Popular, que dota de garantías médicas a personas sin prestaciones laborales.

En el caso de las pruebas caducadas, el Cenaprece aprobó un pago por cerca de 728 millones de pesos para un cargamento que incluía tiras reactivas de glucosa, microalbúmina, hemoglobina y lípidos. Todo esto se le solicitó a distintos proveedores. Estos últimos, no cumplieron con la norma que estipula que “la caducidad mínima requerida es de 15 a 18 meses al momento de entregarse a los almacenes”, señala la investigación.

Fueron cerca de 158 mil tiras que servían para detectar insuficiencia renal y hemoglobina glucosilada las que se entregaron cumpliendo la normativa de 15 meses antes de caducar. Sin embargo, el resto, 249 mil tiras, con un valor de 66 millones de pesos, tenían una caducidad entre 13 y 14 meses, por lo que claramente no se cumplía con la normativa de salud.

A pesar de esto, ningún funcionario de la Cenaprece reclamó la falta ni solicitó que hubiera una reposición de las pruebas. Al ignorar esta anomalía, este organismo provocó que se perdieran cerca de 34 millones de pesos del erario, ya que, al utilizarlas, las pruebas estaban completamente inservibles. La ASF ya emitió “una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria” para dar con los responsables que ignoraron esta normativa y dejaron que esta cantidad millonaria de pruebas médicas quedaran completamente inservibles en bodegas del sector salud.