Gasto público: el gran reto de González Anaya en la SHCP, aseguran especialistas

A pesar de que José Antonio González Anaya encabezará la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por apenas un año, los retos que el exdirector de Pemex y del IMSS tiene en puerta son grandes.

Tan grandes como el tamaño de la deuda de México y su capacidad para generar ingresos y egresos, de acuerdo con Manuel Molano, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Según datos del think tank México ¿Cómo vamos?, la deuda pública del país al segundo trimestre del 2017 ascendió a 43 por ciento del PIB, mientras que en ese mismo periodo, pero del año 2013, poco después de que Enrique Peña Nieto asumió la presidencia, la deuda era de 33.9 por ciento.

“Sí me preocupa la parte de gasto y yo creo que si quieren que el mercado diga ‘estos cuates sí son gente seria’ pues le tendría que poner atención a esa parte”, dijo el especialista.

Y aunque el reto es grande, la trayectoria profesional de González Anaya indican que podría ser el funcionario correcto para el trabajo, agregó Molano.

“Fue el que negoció las pensiones del ISSSTE, el que negoció las pensiones de Pemex en medio de la reforma energética, el que negoció la estabilización financiera del IMSS. Es un hombre muy capaz”, dijo Molano.

Pero los fundamentos profesionales y académicos (estudios en el MIT y Harvard) de González Anaya para esta misión pueden quedar al margen, si es que éste no es capaz de conducirse con independencia en su trabajo y evitar que Los Pinos le amarre las manos para poder llevar a bueno puerto las finanzas públicas y blindarlas a un cambio de sexenio.

“Va a tener que ser muy firme, esa es un poco la preocupación que yo tengo. Hasta el momento el único que le ha podido decir que no al presidente es el Gobernador del Banco de México (Agustín Carstens)”, dijo Molano.

ELECCIONES, LA PIEDRA EN EL ZAPATO

Y aunque González Anaya cuenta con la experiencia académica y profesional para esta misión, Leticia Armenta, del Tec de Monterrey, advirtió que la piedra en el zapato para el nuevo secretario de finanzas será el año electoral que se viene.

Ello, debido a que el objetivo de Los Pinos de lograr un superávit primario (ingresar más de lo que se gasta) el mismo año en el que se celebran elecciones presidenciales e históricamente suele haber un gasto fuerte.

“Su misión va a ser esa, administrar el gasto de tal forma que se logre la meta de superávit que se tiene planteada y por el otro lado el reto ante las elecciones”, dijo Armenta al advertir que González Anaya cuenta con muy poco margen de maniobra para actuar.

Sin embargo, aunque González Anaya tenga todas la capacidad intelectual para encabezar la dependencia, le «tocó bailar con la más fea» ya que tendrá muy poco tiempo en el cargo y prácticamente podría ser utilizado por Los Pinos como el experto que les diga hasta donde pueden gastar en año electoral en aras de mantener al PRI en el poder, según Manuel Valencia, del Tec de Monterrey.

“Este sexenio se están dedicando a gastar y van a gastar todavía más porque van a querer asegurar la presidencia y ese es el problema. Anaya sí es la persona que les va a enseñar cómo hacerlo porque lo sabe, pero no debiera ser ese el objetivo”, dijo Valencia.

El nuevo secretario de Hacienda se formó en universidades estadounidenses de élite donde estudió las carreras de economía y de ingeniería mecánica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y posteriormente cursó una maestría y un doctorado en economía en la Universidad de Harvard; Además, fue profesor investigador de la Universidad de Stanford y ha escrito diversas publicaciones sobre economía y administración.

Llegó la SHCP para cubrir la vacante dejada por José Antonio Meade Kuribreña, quien buscará la presidencia de México por el PRI, a pesar de no ser miembro de dicho partido.

González Anaya ha participado en puestos clave durante todo este sexenio, primero como director general del IMSS y luego como director general de Pemex, empresas paraestatal a la que llegó para prácticamente estabilizar y adaptar a los primeros años de la reforma energética.

Sin embargo, uno de sus datos biográficos que más polémica han causado es la relación que tiene con el expresidente Carlos Salinas de Gortari y no es la calvicie. La esposa de González Anaya es hermana de la cónyuge del exmandatario.

Esta conexión ha hecho que no pocos periodistas y analistas especulen sobre la intervención que el exmandatario puede tener en el gabinete presidencial.