Ciberacoso, la violencia a las mujeres que ni siquiera se considera delito | BREAKING

Ciberacoso, la violencia a las mujeres que ni siquiera se considera delito

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La vulnerabilidad de las mujeres a las agresiones o violencia no solo es en la calle. En internet, una mujer tiene 27 veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia, en comparación de los hombres, y 61% de esos agresores son precisamente hombres.

El informe La violencia en línea contra las mujeres en México, elaborado por Luchadoras, señala que hay nueve millones  de personas que han vivido el cibercoso en el país, pero las mujeres entre 18 y 24 años son las que más riesgos corren.

 “Internet y redes sociales presentan una dualidad en su uso y funcionamiento, porque, por un lado, funcionan como un medio de expresión y comunicación, sobre todo para los jóvenes, pero a la vez reproducen, habilitan y potencian situaciones de violencia y desigualdad, donde se ejerce y reproduce la violencia de género”, explicó Delfina Schenone, académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

La investigadora señaló que la violencia en la red es muy parecida a lo que ocurre en el mundo real, es decir, ocurre cuando las mujeres participan activamente en espacios que estaban ocupados por hombres, cuando denuncian agresiones o simplemente por expresarse.

El problema con el ciberacoso es que no se puede investigar ni castigar porque no está tipificado como un delito, señaló Lucía Lagunes, directora de la organización Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).

Uno de los casos más sonados de ciberacoso fue el del ex entrenador del Cruz Azul, Francisco Jémez, quien abandonó el equipo y el país en agosto pasado, cuando hizo una seña obscena a un aficionado que le gritaba insultos sobre su hija en pleno partido.

Nadia, hija del entrenado, ha recibido comentarios en sus redes sociales que van desde “ya es legal”, “sabrosa” y “te comería entera”, a la joven de 20 años.

 “Hablamos mucho de defender a las mujeres, pero es una mentira, porque ha habido gente que ha agredido a mi hija y no ha pasado absolutamente nada, pero eso sí, cuando yo le he hecho así (seña) a un violador por lo que me dijo de mi hija, me ha costado nueve mil dólares a mí”, reclamó Jémez en la última entrevista que dio en México a ESPN.

“Hablaron de mi hija, que es menor de edad y yo no sé aquí, pero en España vas a la cárcel por eso y no hay más, aquí parece que es normal. Es una pena”, dijo Jémez.

Lagunes señaló que estas expresiones son reflejo de la cultura que tenemos en México, donde se considera que a cierta edad las mujeres ya están aptas para tener relaciones sexuales.

Y como no está tipificado y hasta se considera normal, estas expresiones van en aumento, lo mismo que las denuncias sobre violaciones a la integridad, la seguridad y los derechos de las mujeres, señala el documento CDMX Ciudad Segura y Amigable para las Mujeres y las Niñas, publicado por el Instituto de las Mujeres capitalino (Inmujeres).

 “En las redes sociales, diariamente se encuentran comentarios, fotos o videos con estereotipos sexistas, bromas ofensivas, contenidos machistas, justificación de la violencia, pornografía y/o acoso sexual. Estas expresiones de violencia (…) se han convertido en prácticas normalizadas, toleradas, compartidas y celebradas por no pocas personas usuarias de internet”, acusa el Inmujeres.

Por ello, la Organización de las Naciones Unidas reconoce a la ciberviolencia contra las mujeres como un problema de proporciones epidémicas.

Agresión de conocidos… y desconocidos

El informe de Inmujeres señala que ocho de cada 10 agresores en la red son personas desconocidas por la víctima, pero hay un 11% que sí la conoce y 5.9% que se identifica con un amigo, 4.5% es un compañero de trabajo o clase, 2.3% se trata de un familiar y 2.2% era una ex pareja, lo cual es preocupante ya que se trata de gente que convive o ha convivido con la víctima.

Las agresiones pueden ir desde la censura, daño emocional o reputacional, invasión de la privacidad, pérdida de identidad, invasión de la propiedad, limitaciones a la movilidad, daño físico y daño sexual.

El problema además es que solo 4% lo denuncia, el resto prefiere bloquear a esa persona, ignorar la situación y hasta cambiar o cancelar su número telefónico o cuenta en las redes sociales.

“La violencia que estamos recibiendo a través de redes sociales está provocando atentar contra la libertad de expresión de las mujeres, porque sí, están inhibiendo y desarrollando estrategias para mantenerse en redes sociales”, acusó Lagunes.

Ante estos hechos, se han creado estrategias colectivas para enfrentar la violencia y mantener a las mujeres seguras en las redes sociales.  Sin embargo, las autoridades y los dueños de las plataformas no están haciendo su parte para detener la violencia contra las mujeres, señalo la especialista.

Delfina Schenone dijo que, además de las acciones colectivas, es importante que cada uno tenga una cultura de protección de datos, ya que las personas no perciben los riesgos de compartir cierta información en la red y mucho menos leen los términos y condiciones de los usos de las plataformas.

“En la expresión de la sexualidad lo importante es fomentar una cultura de respeto, de derechos y de no violencia, sobre todo, dejar de lado la costumbre de responsabilizar a las mujeres víctimas de lo que les pasa, por cómo se ven, por lo que dicen… Nada justifica una agresión”, finalizó.

Con información de Animal Político