Manuel Velasco no quiere ayudar a los indígenas desplazados de Chalchihuitán
Miles de indígenas del municipio de Chalchihuitán han sido desplazados violentamente hacia las frías montañas de Chiapas. Denuncian, desde hace semanas varias, amenazas y violencia por parte de hombres armados que los mantienen incomunicados, con hambre y frío, sin poder salir de las montañas.
El clima de tensión va en aumento y parece ser que el gobierno de Chiapas no se ha dignado a solucionar este grave caso de agresión a los derechos humanos. El gobierno de Manuel Velasco no ha concedido ni una sola garantía o apoyo a los cerca de 5 mil indígenas afectados que han tenido que dormir en las montañas sin comida suficiente ni refugio digno.
Hace menos de un mes, el mandatario chiapaneco recorrió el municipio de Chenalhó, en donde repartió apoyos y aseguró su máximo respeto a las comunidades indígenas. Las personas desplazadas violentamente acusan que la alcaldesa de Chenalhó, en consentimiento del propio gobernador, ha ordenado recuperar tierras cedidas a Chalchihuitán.
Los hombres armados podrían ser paramilitares al servicio de esta alcaldesa, aseguran varias personas desplazadas. Comentan que llegaron de forma violenta a sacarlos de sus casas sin darles tiempo de empacar lo necesario, además de amedrentar con golpes y quema de hogares a las personas que se rehusaron. Varios videos tomados por el párroco de la zona exhiben el desamparo de estas familias.
“Nos tratan como animales, no nos ven como gente humana”, señala uno de los hombres afectados, sentado en las piedras de la montaña, junto a su familia. Denuncia que han pasado hambre, frío y que no hay ningún tipo de ayuda para solucionar un conflicto violento que se desató desde octubre y que, a un mes, no ha sido atendido por las fuerzas federales.
Se anunció que en su momento algunas fuerzas policiacas del municipio intentaron ingresar a las montañas en donde se encuentran los hombres armados, pero los rebasaban en número y tuvieron que huir, dejando en desamparo a estas cinco mil personas. A partir de ese intento de solución, no ha habido ninguna otra movilización de las fuerzas del orden.
En una reunión urgente entre varios representantes comunales, se acordó urgir al gobierno de Manuel Velasco y Enrique Peña Nieto “para que intervengan de inmediato y desmantelen el grupo armado que opera en ese territorio”. Argumentando que no le permiten salir de las montañas a ninguna persona desplazada, ya que empiezan a disparar ante cualquier intento de movilización.
En esta misma reunión se denunció un supuesto pacto entre la alcaldesa de Chenalhó, Rosa Pérez (señalada como la principal responsable de este ataque) y el gobernador Manuel Velasco, ambos provenientes del partido Verde. Esto podría develar el porqué de la inacción del gobierno estatal chiapaneco para solucionar el conflicto.
Según las personas adultas del lugar, el conflicto entre ambos pueblos deriva de un problema agrario con más de cuatro décadas de antigüedad. Tema que se tornó violento hace algunos meses, cuando empezaron a ver a hombres con rifles AK-47 merodeando por las cercanías de las comunidades ahora desplazadas. Una movilización masiva de estos mantiene a la zona en total peligro y muchos temen que se repita una masacre indígena como la de Acteal.
Por el momento, no ha habido declaraciones oficiales por parte del gobernador de Chiapas ni por parte del presidente de México. Mientras tanto, cinco mil personas duermen a la intemperie, escondidos en las montañas y bajo la amenaza de estos hombres.