Trump tuerce a los latinos: el muro a cambio de permitir DACA
Fue a inicios de septiembre cuando el presidente Trump dio por terminado a DACA, un programa que ofrecía empleo y residencia temporal a los dreamers. De un día para otro, la estabilidad laboral de 800 mil personas en Estados Unidos se tambaleó.
Al anunciar la medida por medio del departamento de Justicia, Trump dio al Congreso federal un plazo de seis meses para formular un proyecto de ley que defina como residentes permanentes a los soñadores. Ahora, con todo el poder de su cargo, el magnate tiene otra oferta para el Congreso norteamericano. Su propuesta, que recuerda mucho a las de la mafia italiana, propone cambiar un daño por otro.
Para conseguir la regularización del estatus de residencia y empleo de estos jóvenes dreamers, Trump condiciona esto a cambio de financiamiento para una de sus promesas de campañas más polémicas y racistas: el muro. Estas directrices de “seguridad fronteriza” que señala el presidente, no son más que la aprobación total de la gran muralla que dividirá a Estados Unidos con México, con vigilancia extrema para evitar el paso de sudamericanos a la nación más poderosa del mundo.
Si bien los dreamers podrían estar a salvo de forma momentánea, el acuerdo que prevé Donald Trump afecta completamente a millones de latinos en el futuro cercano. Y es que se busca limitar los permisos de residencia, acelerar las expulsiones de menores centroamericanos, contratar a 10 mil agentes para la vigilancia de la famosa border y retirar fondos a las ciudades santuario.
Congress, get ready to do your job – DACA!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 5, 2017
“Todos estos cambios han de incluirse como parte de cualquier legislación que trate el estatus de DACA. Sin ellas, la inmigración ilegal y en cadena, que carga severamente a los trabajadores americanos y contribuyentes, continuará sin fin”, señala la administración del magnate.
La medida tuerce el futuro de miles de familias ya que en ambas ofertas existe un trasfondo de racismo claro. La administración del republicano ha estado sumida en el escándalo desde que inició su campaña presidencial. Ahora, en pleno poder, Trump se ha esforzado por limitar las libertades de millones de latinoamericanos en Estados Unidos, además de poner trabas a todo tipo de inmigrantes.
Si bien todo esto ya ha sido rechazado tanto por una gran parte de la sociedad como por el Congreso estadounidense, ahora Trump busca se reconsidere su petición para frenar el flujo de inmigrantes a su país. Su forma de presión política siempre ha estado ligada a su pasado como magnate de las bienes raíces, siempre pujando hasta el final mediante amenazas o dobles discursos.
DACA fue creada durante el gobierno de Obama y permitía a los infantes inmigrantes en Estados Unidos recibir permisos de trabajo temporales, licencias de conducir y un número de seguridad social. Del total de afectados ante la clausura de este programa humanitario, el 75% son de origen mexicano. Por lo que se confirma el recelo que Trump y su administración tienen ante sus vecinos del sur. Para poder darles continuidad y no ser expulsados de Estados Unidos, Trump ha puesto sobre la mesa el tema del muro.
En caso de aprobarse, la petición de Trump lograría una de los movimientos legales más xenófobos de Estados Unidos. Para la construcción del muro, Trump ha dejado claro que serán cerca de 20 mil millones de dólares los necesarios para crear esa fortaleza de concreto y vigilancia que pretenden poner fin a la inmigración desde la frontera con México.
Jóvenes inmigrantes con DACA protestan frente a Trump Tower, en 5a Av: "educación no deportación" pic.twitter.com/1QtbiWColm
— Laura Bonilla (@LauraBonillaCal) October 5, 2017
La negociación continúa con ambas partes en constante negativa. La Casa Blanca asegura que “cada año decenas de miles de inmigrantes indocumentados –algunos viajando con sus padres- son detenidos cuando cruzan sin documentos migratorios la frontera, solamente para que después sean liberados en nuestro país. Este es uno de los problemas más significativos en la seguridad fronteriza de Estados Unidos”.
Para millones de latinos, organizaciones civiles y una gran parte de la política demócrata en Estados Unidos, los caprichos de Trump no pueden ser aprobados. Incluso miembros del partido republicano han señalado que el muro y todo lo relacionado con el tema antiinmigrante son temas que no se han tratado de la mejor forma por el gobierno federal. La apuesta ya se hizo, basta ver cómo se mueven las piezas en el tablero político americano.
Mira toda la información en esta nota de El País.
Mexico will pay for the wall!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 1, 2016