Santiago Nieto podría regresar a la FEPADE mediante voto secreto en el Senado | BREAKING

Santiago Nieto podría regresar a la FEPADE mediante voto secreto en el Senado

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En lo que fuera una decisión completamente injusta y cargada de represalias, la destitución de Santiago Nieto, quien fuera el fiscal electoral en México, dejó ver la intolerancia del gobierno mexicano cuando se abre una investigación en contra de uno de los suyos.

Santiago, ahora ex titular de la Fepade, estaba investigando a Emilio Lozoya por su relación con el caso de corrupción internacional Odebrecht. Entre las acusaciones e investigaciones, el propio Lozoya mandó una carta al fiscal electoral exigiendo una disculpa pública por dudar de su palabra y amenazar con demandarlo si la investigación en su contra continuaba.

“Me envió una carta diciendo que quiere que yo haga un pronunciamiento público sobre su inocencia y me envía un currículum diciéndome quién es su papá, quién es su mamá, en dónde estudió. Nunca entendí esta parte; creo que esta carta refleja en gran medida la impunidad, es decir, el planteamiento de que ‘soy una figura pública. La autoridad se tiene que disculpar’. Esto es lo que me parece particularmente grave”, dijo Santiago.

Como sucede regularmente en México, el fiscal fue despedido y el político priísta continúa como si nada hubiera sucedido. La sociedad mexicana se hartó al enterarse del despido y rápidamente se unieron organizaciones y fuerzas políticas para exigir que Santiago Nieto sea restituido en su puesto original y la investigación de delitos en contra de Lozoya continúe a pesar de las amenazas.

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La destitución de Santiago ocurrió en medio de una delicada investigación que abrió la FEPADE para indagar si parte de los supuestos sobornos que recibió Emilio Lozoya, por parte de la compañía Odebrecht, cuando se desempeñaba como coordinador de vinculación internacional en la campaña a la presidencia de Enrique Peña Nieto, fueron a parar, ilegalmente, al financiamiento de ésta.

Ahora, y gracias a la presión mediática y social, el Senado tendrá que escuchar a Santiago Nieto y al procurador interino Elías Beltrán. Ambos responderán varias preguntas por parte de los legisladores con vías a una votación secreta en donde se decidirá si merecen regresar al puesto en la Fepade.

La noticia llega después de que el escándalo hiciera más profunda la desconfianza ciudadana a las instituciones del gobierno peñista. Ante las elecciones más competitivas e importantes de este siglo, el partido en el poder perdió credibilidad al correr de su puesto a uno de los funcionarios más importantes para el ejercicio democrático en tiempo electorales.

El cuestionario que se les hará a Lozoya y al procurador interino constará de 33 preguntas y se busca que sea en el Senado en donde se logre un acuerdo sin inclinaciones políticas o favoritismos con ningún grupo político. Emilio Gamboa, coordinador de los senadores del PRI, señaló que llevar el asunto al pleno lo hace mucho más abierto y podrán participar todos los senadores.

No se trata del escenario ideal para solucionar este polémico tema nacional. Así lo dejaron claro legisladores de los partidos opositores PAN, PRD, Morena, PT y Movimiento Ciudadano. Ellos buscaron por todas las vías posibles que el asunto se discutiera en la comisión de Justicia.

Este tipo de votaciones en el Senado mexicano se realizan con poca regularidad y en secreto para evitar rencillas políticas en el interior de los partidos. Todo integrante del Senado vota a favor o en contra en un papel y pasan a una urna al frente de la cámara a depositar su voto, como lo hace cualquier ciudadano. Al final, se contabilizan los resultados frente a todos los legisladores y se llega a un acuerdo final en el total anonimato de los votantes.

México enfrentará esta votación a menos de un año de las elecciones presidenciales del 2018, llamadas a ser las más competitivas de la historia reciente de México. Sin duda, este proceso de posible restitución del cargo a Santiago Nieto podría determinar demasiado en la popularidad del PRI, que tiene una severa crisis de credibilidad.