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A este policía capitalino lo destituyeron por intentar mejorar sus condiciones laborales

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Ganaba 11 mil pesos en 1999, cuando entró como policía de investigación en el Distrito Federal. Quince años después, ganaba lo mismo. Nunca tuvo un aumento de sueldo. Ni él ni sus colegas tuvieron uno, a menos que tuvieran “contactos” con algún mando policiaco.

Las pésimas condiciones laborales impulsaron a Jaime Bernal a reunir las quejas de sus colegas para buscar mejorar sus empleos en la corporación policiaca. Como resultado, ha sido despedido.

Se le acusa de desacato. Y para lograr acusarle idearon un plan sencillo que derivó en una trampa enorme. Fue llamado a un encuentro con el oficial mayor de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Basilio Puebla Medina, esto ocurrió un 27 de julio. Pidió permiso para ausentarse y poder asistir a la junta. A los pocos días, le notificaron que era sujeto de un procedimiento administrativo por “desacato de una orden”, es decir, haber faltado a trabajar el día que se encontró con el funcionario.

Toda esta cacería hacia Jaime Bernal deriva de un movimiento que inició para que los policías capitalinos pudieran organizarse y exigir mejores condiciones de vida. Un día se le ocurrió crear la página en Facebook llamada: Foro de las ideas en pro de los derechos laborales del personal de la PGJDF. El grupo sirvió para exponer las malas condiciones laborales y solicitar cambios al trato que la procuraduría daba a sus elementos.

Jaime Bernal. Foto: Facebook

Jaime asegura que llegaron a existir miles de usuarios compartiendo sus experiencias después de años de trabajar en la policía capitalina. Entre sueldos que no aumentaban después de décadas, falta de apoyos, pago de averías o papeleo de sus propios bolsillos, los policías de la capital mexicana exhibían lo peor de sus funcionarios.

Por esto es que Jaime fue destituido. Se le notificó que existía una investigación en su contra y fue despedido el 1 de diciembre de 2014 por “desacato”, según el informe. A raíz de ese momento, y derivado del concepto por el que fue retirado de las fuerzas policiacas del Distrito Federal, Jaime no recibió absolutamente nada de liquidación.

Desde entonces, ha intentado que su caso sea revisado pues se trata, insiste, de un despido injustificado. Hizo una huelga de hambre por seis días, fuera del búnker de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para que el titular lo atendiera, pero no tuvo éxito. Después de esto, ha intentado de todas maneras exponer su caso y lograr que le paguen lo justo después de 15 años de trabajo.

PGJDF

Cadena de cuotas

Jaime explica que la corrupción en la capital mexicana es un tema importante que hay que investigar de inmediato. En donde la corrupción ha escalado prácticamente en todos los puntos y todos los elementos tienen miedo de denunciar, ya que pueden ser perseguidos o despedidos de su puesto.

Asegura que hay una frase muy popular desde que estudian en la academia de policía en la capital: “hazte pendejo y llegarás lejos”. Bajo este lema, tanto los policías en activo como los nuevos reclutas, se meten de lleno en una corrupción que adoptan como normal desde que inician su actividad policiaca. Desde los elementos de tránsito, hasta los policías de investigación y homicidios, estas prácticas irregulares y de abuso de autoridad son el móvil común en toda la corporación policiaca. Incluso ascender de puesto es algo que se logra solamente siendo cercano a los mandos en turno, no gracias a un buen historial.

Ahora, Jaime busca encontrar justicia a tres años de haber sido retirado de su trabajo. Argumenta que siente miedo a una persecución, ya que sabe muy bien cómo opera todo esto desde adentro de la policía de la ciudad más habitada del mundo. “No soy paranoico”, dice, pero toma precauciones hasta al usar el transporte público como el metro y evitar cualquier tipo de “accidente”.