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Viviendo en CDMX pero con placas de Morelos, la corrupción de la clase alta mexicana

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El procurador general de la República maneja autos hermosos. Tiene un Ferrari 458 Coupé. ¿Sabes cuánto vale? 3.9 millones de pesos. Una belleza de auto, sin duda. Imagínate, para que un mexicano promedio para que pueda acceder a un auto de estos debería trabajar unos 54 años sin gastar un solo peso. Pero no solo eso, habría que pagar, además, unos 450 mil pesos de tenencia anual, según la ley de la Ciudad de México.

¿Quién podría costear una tenencia anual de casi medio millón de pesos? Claro, un procurador general de la República. Pero, sabes qué, no lo hace. Y no lo hace porque sus placas se las consiguieron en Morelos por unos 7 mil pesos y con eso se evita gastar en tenencia.

Al igual que Raúl Cervantes, el procurador del que hablamos, hay cientos de personas con autos de lujo en la gran ciudad que tienen placas de Morelos. No viven ahí, no tienen familiares ahí, incluso muchos ni siquiera han pasado más de un fin de semana en este lugar, pero sus placas dicen que ahí duermen a diario.

Ferrari

Vivienda en donde se supone vive el procurador general de la República. Foto: MCCI

Esta práctica es realmente común en todo México. La gente de Jalisco tienen placas de Guerrero; la de Michoacán tiene placas del Estado de México; los de la capital tienen placas de Morelos. La práctica es una de las jugadas chuecas que han dominado a la industria automotríz mexicana desde que Felipe Calderón declaró que la tenencia era un asunto de cada estado, no de la federación.

Cuando una persona se acerca a pedir un auto de lujo (superior a los 250 mil pesos), los vendedores de las agencias más caras de México siempre propondrán un “servicio extra”, en donde se sacarán placas en otro estado para no pagar este impuesto. Las pérdidas anuales por esta jugada son realmente altas para las arcas de hacienda.

Políticos mexicanos, directores empresariales, autoridades de alto rango, famosos, deportistas, muchas personas con el dinero para costear ferraris, Porsche, Mercedes Benz o BMW, se pasean con placas de un estado que no es el suyo para evadir el cobro. Según la ley de tenencia en la Ciudad de México, los autos que rebasen el cuarto de millón de pesos deberán pagar una fuerte suma anual de impuestos. Las cifras van desde los 18 mil hasta donde se imaginen.

El tema ya se sabía, pero el descaro del procurador develó los movimientos sucios de personas que ganan más de 150 mil pesos mensuales y, aún así, deciden mentirle al gobierno en el que trabajan, jurando que sus domicilios están en casitas de interés social en donde difícilmente cabe una familia de cuatro.

Aquí está registrada la camioneta de Gustavo Sotelo Villegas, suplente del diputado del PRI, Tristán Canales. Fuente: MCCI

El proceso es ilegal, sencillo y no se castiga


Solo necesitas comprar un auto y presentar una identificación oficial, la factura de compra y un pago por gestoría que va desde 5,300 a 7,000 pesos, dependiendo de la agencia. Un agente de ventas de Mercedes Benz afirma, con toda la naturalidad del proceso, que el 80% de los autos de lujo en la Ciudad de México pagan este trámite.

La Secretaría de Finanzas pierde entre mil y dos mil millones de pesos al año, aseguran expertos. Pero, con un simple vistazo al estacionamientos de la cámara de diputados podemos darnos cuenta de que la mayoría de los representantes electos por los mexicanos emulan está práctica sucia.

Si tienen autos tan caros y se niegan a pagar legalmente los impuestos derivados, obviamente se levantará un escándalo por su conducta. Sobre todo si lo hacen personas que trabajan en el propio gobierno mexicano. Es por esto que varios ciudadanos se han dedicado a exhibir a los millonarios que recurren a esta estafa para no pagar lo que les corresponde.

Dentro de la incomodidad ciudadana está el silencio de las autoridades, la participación de las agencias de lujo y el visto bueno de la sociedad. Porque no es necesario tener un auto de lujo para recurrir a placas ajenas, también muchos ciudadanos con autos comunes lo hacen para evitar otro trámite: las fotomultas.

Creadas durante el gobierno de Mancera, actual jefe de gobierno, este método de vigilancia a autos que manejan a velocidad no permitidas en la Ciudad de México no puede multar a autos de otros estados. Por lo que pueden rebasar los límites de velocidad con el sencillo trámite de las placas de Morelos.

Cuentas parodia como Gracool Ramírez se han creada en Twitter para denunciar a las personas que manejan autos lujosos en la ciudad y aún así deciden emplacar en el estado de Morelos. Las autoridades de este estado permiten que el trámite se realice sin investigar a fondo si realmente la persona vive ahí.

Dentro de los autos exhibidos están ferraris y mercedes; además, se exponen a los dueños de estos autos. Ya que con el número de placa es sencillo saber quién es el dueño del auto con una simple búsqueda en la base de datos. Dentro de los apremiados se encuentran empresarios, gerentes de ventas de las propias agencias de lujo, políticos y sus esposas, entre otros.

Lo cierto es que nadie ha ido a parar a la cárcel en México por un asunto de placas de otro estado, pero, poniendo atención realmente, se está saltando la ley y se está evadiendo un pago anual necesario que están obligados a cubrir en cuanto decidieron comprar un auto de lujo.

Mira a fondo la investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad sobre este tema.

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